23.6.08

Una ciudad llena de...


Espadas de cristal.

Extraño el juego
de mis tigres de bengala
con mis gatos de porcelana,
las trampas de la cabeza
y las siestas sudorosas
a la vera de tus manos
destejiendo el holocausto
de mis sueños,
de mi piel,
preparando un asesinato perfecto,
inmolando madrugadas
entre las piernas,
en la sombra áurea
de tu nuca,
de tu silencio,
comiendo los oxígenos
que tengan con que lastimarme,
cocinándome el corazón
con besos fuertes,
atando mis manos
para que no te suelte,
para que no me toque
las heridas
que hacen los perros
de mi cabeza,
mientras sacas a pasear
mi locura todas las mañanas!

Nota:
Casi salgo a inventar
los caminos licorosos
que solo tu boca crea,
casi vuelvo a creer
que sin tus manos
mi cuerpo no tendría forma!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ay, te leo y me duelen las manos, los brazos, la boca...

Noelia Domenech dijo...

Hermosas palabras.
Me llenan de sensaciones a flor de piel.

algonomade dijo...

Ey, anonimo/a, gracias por pasar. un saludo.

Noe! Que lindo que te gusten, que lleguen, gracias por dejar tu huella. Un abrazo.

-> dijo...

están buenas las imágenes. me quedo con "tus manos
destejiendo el holocausto
de mis sueños"

saludos trotamundos

algonomade dijo...

Ey, paula, los poderes de las manos, entre sueños, realidades y necesidades, que cosas las manos...
Un abrazo trota-espaldas para vos...