26.12.08

Siete tacos...



La paradoja de ver la cama hecha
en un cuarto que olía a largas ausencias,
como si la feminidad fuera una corriente
que atraviesa un cable
del que cuelgan cierto numero
de bombitas coloridas desiguales...
armonía indescriptible,
abrazos que son historias vivas…
Nota:
Enroscar calecitas, por que no la lengua,
hacer juguetes de palabras
no recomienda jugar con ellos.

11.12.08

Sumergido...


Disparos, estruendo,
uno quiere el otro mata,
y así es como rearmo frases hechas
donde solo me entrarían barbaridades,
una sensación de desazón tan onda
que se me duermen las manos en sostenerla,
camas llenas de fangos y besos desembrujados,
apenas tibio esqueleto de una queja que no lleva sonidos
una misa donde mejor no abrir las rodillas
ni apoyar los ojos en los ojos de ningún piso
donde la realidad será maíz clavado en una memoria
que no sabrá desatar un fardo tan errado.
Quiero dormir en los brazos del desamparo
sin que la gracia deje de armarme realidades incrédulas,
despellejadas manos, tejiendo un futuro menos severo.

2.12.08

No se dormir...


Con la puerta entreabierta


No dejarme ver,
especie que me mantiene tonto
pero ileso de la incertidumbre
donde todo se pone colorado,
cuando pifia una frase, un nombre,
un hombre que deviene últimamente muy cotidiano
repetitivo en la soledad que lo cohibe,
lo deja a desvelo o pasado del mediodía
para que tenga un porque para su angustia,
un justificativo que lo cegué de la realidad
que carcome en trabajo hostil y noches rasposas,
esgrimiendo frustraciones y desencantos,
forjando un personaje que lo disimule todo lo más posible,
que sea vendible al punto
de que se crea sus propios juegos,
sus ofertas mas impostadas
para que todo lo deje solo otra vez,
que se rearme el juego
que necesita este personaje funesto
para que la mañana este llena de actividades
donde no poder levantarse sea una buena opción,
y encontrar él porque en una taza de café
sea de los hallazgos mejor aventurados,
pero el camino es difícil,
así que a con los planes hechos por la noche anterior,
aun sin salir de la cama, para poder estar furioso,
otra vez personaje haciendo demasiado
bien su laburo y el otro atonito,
muriéndose de pena, mirando el reloj,
caminándose por encima hasta la ducha,
donde se promete que todo paso,
y se deja un nuevo día lleno de similitudes,
de planes vencidos en colchones cansados de sostenerlos.
Donde no morir de pie,
además de borrarle las rodillas
lo deja descarnado en una agonía
donde todos quieren ver la vida como es.