10.4.08

sss...de leerlo, bien bajito...


Circulo.


Sentir volver a lugar,
no desesperarse más.
Masticar un mañana con las muelas,
tragar un mediodía aun mas salado.

Ponerle ketchup a todo,
cazar imágenes con lanzas,
ponérselas como chaleco,
por cada brazo, cada agujero.

Sacar las palabras por el borde,
una ciudad tan quieta,
látigo, sangre,
frío!

Ensordecer lapiceras negras,
desbordar tinta, desbordarse.
Acomodarse el chaleco ya azul,
degustar la tarde escupiendo ácido.

Omitir cierto filo, sonrojarse,
estar ensordecedoramente de pie.
Ver espaldas que resisten de todo.

Cambiar las fichas de rojo a negro,
perder la apuesta inevitablemente,
querer quebrar el juego
y que eso solo pase en mis rodillas,
que las manos estén profundamente cansadas,
y que todo termine en noche, una vez más.

6 comentarios:

Jop dijo...

realmente no termina en noche realmente todo empieza de noche.
"creo que los bares se deben abrir para cerrar las heridas... y toda la noche me acuerdo de ti y te olvido cada día
y una voz que me decía: dejate llevar si el alma te lleva duele el corazón cuando te lo dejan...cerca del final oh oh donde todo empieza"
Buena rola eh? recomendable para escuchar...

bM dijo...

Gracias por tus palabras,entre las mías.
A mi también me gustó tu blog, saludos.

Fernanda Zentner dijo...

dpbsca¿Y fue por este río de sueñera y de barro
que las proas vinieron a fundarme la patria?
Irían a los tumbos los barquitos pintados
entre los camalotes de la corriente zaina.
Pensando bien la cosa, supondremos que el río
era azulejo entonces como oriundo del cielo
con su estrellita roja para marcar el sitio
en que ayunó Juan Díaz y los indios comieron.
Lo cierto es que mil hombres y otros mil arribaron
por un mar que tenía cinco lunas de anchura
y aún estaba poblado de sirenas y endriagos
y de piedras imanes que enloquecen la brújula.
Prendieron unos ranchos trémulos en la costa,
durmieron extrañados. Dicen que en el Riachuelo,
pero son embelecos fraguados en la Boca.
Fue una manzana entera y en mi barrio: en Palermo.
Una manzana entera pero en mitá del campo
expuesta a las auroras y lluvias y suestadas.
La manzana pareja que persiste en mi barrio:
Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga.
Un almacén rosado como revés de naipe
brilló y en la trastienda conversaron un truco;
el almacén rosado floreció en un compadre,
ya patrón de la esquina, ya resentido y duro.
El primer organito salvaba el horizonte
con su achacoso porte, su habanera y su gringo.
El corralón seguro ya opinaba YRIGOYEN,
algún piano mandaba tangos de Saborido.
Una cigarrería sahumó como una rosa
el desierto. La tarde se había ahondado en ayeres,
los hombres compartieron un pasado ilusorio.
Sólo faltó una cosa: la vereda de enfrente.
A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires:
La juzgo tan eterna como el agua y el aire.


"Fundación Mítica de Buenos Aires"

J.L. Borges.


Estoy de acuerdo, lo que provoca es abstinencia.

Gracias por pasar!!!

algonomade dijo...

jeje, Y si jop, corazon vuela y siempre duele cuando lo dejan, pero lo importante esta en el gozo del vuelo, en la buena tripulacion que no lleva por todos esos bares, hasta dejarnos por ahi, los finales estan siempre un poquito mas lejos de donde uno termina.
saludos.

algonomade dijo...

bueno Margot bienvenida. Me alegro que te guste. saludos.

algonomade dijo...

Gracias Rea. Jorgito amaba esta infernal ciudad, cierto? Gracias por pasar y dejar tu huella, un beso.