16.3.08

Cuarta entrega...

Azucarando sales.


Dos veces y al fin
una respuesta superfula,
un dios de incógnita
y una herida condenada
a supurar realidades,
un cuchillo oxidado,
una vena certera
y desmembrada
pegándose contra la cripta
de verdades y sabores
amarillos, dorados,
de las madrugadas desnudas,
en una miniatura
del ajeno que nos mata,
como un orgasmo pitufo
rompiendo fronteras mudas,
y al darse vuelta
el desnudo y desprotegido
es uno mismo
aun de pie, aun uno, ja!
Asi como pelea
de cada día,
por levantarnos y dejarnos caer
sublimes en sulfuros,
en cada noche
hasta el hartazgo,
a donde no va a para
la certeza!

Nota:
De comienzos e hijos fuertes,
una daga desbocada,
un reloj perdido
entre las manos y la conciencia,
una nueva hora a morir,
matando una secuencia de realidades!


Entre acto.

(...recuerde que la vida limitada y concreta, para quien procura
indicios del más allá; siempre puede envolvernos en pesadillas
desagradablemente sobrenaturales!...) Bioy Casares.

Ofrecida poesía, ja!
Una mano latente, tibia,
así un paladar abierto,
sombra dispuesta, ardorosa!

Llega el fax del norte,
las casi mandadas Normas, Julias, je!
Alquimista quien sonríe,
despojado el centauro, el argentino!

Y a saber...
los salmos de las elocuentes
maneras de respirar pausado,
de detenerse a tiempo!

Jurar y dar olvido,
a la mentira de sobrevivir obligado,
entregado a bajar siempre el cordón,
sin poder abrir los ojos!

Nota:
Sabor a gruesa tinta marca paso,
latido discontinuo, acéfalo, tartamudo.
Perdido sentido de autosuficiencia,
de color espeso de absorber viseras capaces!

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