25.11.08

Nunca irse...


Ciudad de congas sobrias.

Sin presentaciones insistentes,
como justificativo
del calor de los cueros,
bajo el sopor
de tus manos flacas
y tus yemas húmedas
corriéndose de lado a lado
como un zumbido armónico, je!
De ahí tu lengua empujando
tus labios intensos,
invitando a los dientes
a que la prueben suavemente,
y sepan deslumbrarse
en una comunidad de sonidos
infinitamente cargados
del sabor de un jazz interminable, ja!
Interminable como el tamborileo
de tus senos desujetados
bajo el sueño de tus hombros indetenibles,
y pareciese hablar de ritmos, ju!
Eso mismo que fluye
en cada mueca tuya,
cada golpe caricia
en los parches
abriéndose en la estelar esencia
de los sonidos de tu sangre fuerte!
Como un sinfín de sentires
que procrean tu expresión
en todos los rincones de la luz,
en los simbióticos porqués,
de sentirte tan plagada
en el oxigeno que no querré olvidar!

Nota:
Una secuencia, imagen, posturas, je!
la posesión de tus piernas
en las bases del placer indescifrable
que armonizan todos los ritmos
de tu estirpe marcadamente inmenso
en un equilibrio que voy a omitir
y que seguiré magnificando!

18.11.08

Conozco el camino, y tengo...


Siete vueltas menos.

Entonces, vuelvo siempre,
ese seria el modo de llamar lo que pasa
si no pregúntele a mi whisky,
a mi pequeña maquina donde todo se guarda como...
en mis documentos, jejeje...
ahí hay algo mas que mío dándose vueltas,
escondiendo lagrimas en la almohada
escribiéndose en cuentos que solo me atan
un poco mas a la realidad que pasa por mi piel,
donde reconocerse es lo de menos,
el tema es no estar entre los personajes
insaciables de mi historia,
hay cosas que no recomiendo
por solo saber lo adictivas que son,
lo atravesante que sucede el presente
cuando estas parado en la vereda anterior a la que deberías,
y solo me estoy llenando la boca de amenazas,
pero no logro intimidarme, es mas,
me excitó un poco con esto.
Aunque no logre discernir sinceramente
en como es que sucede todo esto realmente,
y vuelvo el juego hacia abajo, un poco al oeste,
pero siempre desemboca en el sur
en una tarde gris de recuerdos graves,
donde la música sin estridencias es la que mejor acompaña
una suma incandescente, una cuenta apócrifa de devenires
que hacen así mi nombre y mi apellido.

17.11.08

Si insiste, pase...


Baño publico.

Con la suplica
revoloteando en la boca,
la culpa que hunde el pecho,
la desazón en los ojos opacos
y las rondas desatadas,
corriendo como las agujas
circulares y repetitivas
del reloj que se ha roto
en la conciencia, je!
Y a reír los satanases
que me abrazan y regocijan,
asi tal vez llene la ensaladera
de catastros y ensueños
tan precoces que ni muerden, ja!
Siquiera vierten sonambules
en una copa intomable,
en los sueños de la siesta,
y a cobrar, romper y re morder
los llantos amargos del presente
hecho un éxtasis a disolverse,
una tripa clavada en el ojo,
como para nunca saber que paso,
quien paso tan de largo
que tuve que aspirar su huella!

2.11.08

Vulnerable juego...


Encuentro frontal con un poeta.

Como aceptar este sucio agujero en la conciencia,
permitiendo la hipnótica recurrencia de alguna frase,
y encontrándose deliberadamente desnudo frente a el.
Como aceptar cuerdamente que los espejos reflejan
oposiciones sistemáticamente correctas,
en el juego de las reflexiones y refracciones,
y que las imágenes aparentemente opuestas,
den un resultado simbiótico e inquietante.
Como pensar peligrosamente sugestionado que uno
es casi siempre el otro, esa otredad que en los sueños
casi pornográficamente libres, invitan a degustar
el otro camino posible, alternativo;
y entonces se alza la estatura del poeta,
blanco y lívido aveces, verde y vertical,
resumiendo y rezumando desde un rincón del alma,
la contracara de la vida.
Con olor a cuartetos de cuerda y algún blues a contramano,
y toda la armonía se conjuga en un tema compartido,
dividido audazmente por la diferencia de nombres y de razas,
mientras Einstein sonríe socarronamente, ja!
Y el dedo relampagueante del poeta acusa,
señala con misericordia las tragedias, los horrores,
los amores y las iras desatadas y compartidas;
y yo sigo inventando hijos verdes, y si es posible verde seco,
que es el color de los arquitectos de la nada!
Tus cielos sobre ciudades atrozmente desbastadas
y sorprendidas, tus muchachas únicas
para mis neuronas visuales, tus imaginadas vaginas
y algunos senos entre turgentes y maternales,
dan la contranota, la contra-alma de esta inquietante
y turbia complicidad.
Por eso, por todo eso, por nada y por algo menos que nada,
digo como en los versos lunfas y lejanos “semos hermanos, viejo”
y en esa velada declaración de amor,
el mundo que inventas y reinventas cada noche,
se alza, aveces levanta vuelo libre, y se declara indemne
de matanzas y sucios enjuagues.
Y renaces limpio de alguna terapia inoportuna y obstaculizante,
esas barreras que interrumpen procazmente
el devenir paralelo y rectilíneo, entonces uno se juega
hasta el aliento y el calor de algún febrero Buenos Aires;
y siente visceral y testicularmente que el oxigeno
no es mas que un gas inerte,
y que la vida fluye de tus profundos ojos arabe-judio
de personaje urbano del otro lado del puente,
y alguien sigue diciendo sur y aceite...ja!
y el riachuelo mágicamente se convierte un una línea ígnea y plateada,
donde nadan niños haciendo crowl y flota algún desaparecido,
junto al tranvía fantasma de la línea 105; y mil nueve treinta,
es un momento mas en la ciudad que vos y yo habitamos
en mil nueve noventa y uno, en el dos mil veintiuno,
y hasta el fin de los tiempos.
Por eso y por varias cosas mas te celebro
y me celebro carne de nuestra carne!